jueves, 31 de mayo de 2012

VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE UN CUESTIONARIO


Por Marco Hernández

La encuesta es una de las técnicas más usadas; sin embargo, todavía no se cuenta con un procedimiento único para lograr su validez y confiabilidad. No obstante, siempre resultará mejor realizar alguna operación de validez y confiabilidad que no hacer ninguna.

Validez                                       

La validez de un instrumento es su capacidad de captar, de manera significativa y con un grado de exactitud satisfactorio, las variables de la hipótesis que se ponen a prueba. En otras palabras, se trata de que el instrumento mida aquello para lo que se diseña.

El procedimiento más eficaz para conocer la validez de un instrumento es realizando una comparación externa. Es difícil  comprobar la validez de un cuestionario sin recurrir a otro tipo de fuentes.

Cuando existe otro instrumento debidamente validado, se aplican ambos y luego se comparan los resultados; así se juzga el nivel de precisión con que el cuestionario capa aquello para lo que se diseño. Puede aplicarse el cuestionario a personas con actitud conocida, conocimiento u opinión respecto al tema que el instrumento mide, y comprobar su validez de ese modo.

Una tercera forma, que se puede usar en cualquier instrumento de recolección, es la “administración de los reactivos o preguntas a jueces”. Este método parte del supuesto de que todo instrumento de recolección es producto del proceso de operacionalización, que en general consiste en lo siguiente:

1.    Definir operacionalmente las variables de la hipótesis. Para ello es necesario contar con el marco referencial (teórico o no).



2.    Deducir dimensiones de las variables. Se trata de subdividir o derivar tipos de hechos que en conjunto constituyen las variables.



3.    Deducir indicadores de cada dimensión. Si cada dimensión  define un determinado grupo de hechos, entonces cada indicador se referirá a un hecho en particular; por eso también se les llama definición de referentes empíricos. Se trata de localizar una o más situaciones concretas con las que se puede comprobar la hipótesis.



4.    Redactar reactivos o ítems que constituirán el instrumento. Se trata de traducir los indicadores a un lenguaje coloquial de los sujetos. Este paso es importante porque mientras el lenguaje del indicador pertenece al marco referencial del estudio, los reactivos están escritos en el lenguaje coloquial de los sujetos que van a contestar los instrumentos.

Confiabilidad

La confiabilidad es la capacidad de un instrumento de arrojar resultados equivalentes entre los respondedores, independientemente de quien lo aplique.

El instrumento (cuestionario) debe aplicarse exactamente en las mismas condiciones a todos los sujetos.

La prueba piloto consiste en solicitar a algunos sujetos de la población que se investigara que contesten el instrumento y expongan todas sus dudas.

Los cuestionarios con preguntas cerradas pueden contener un promedio de 50 preguntas, sin que con ello se corran muchos riesgos de sesgo debido al cansancio.

Las preguntas abiertas suelen despertar incomodidad el respondedor, debido a que le exigen mayor cuidado y esfuerzo.

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